Probablemente las auroras boreales sea el fenómeno de la naturaleza más espectacular, es algo mágico que si tenemos suerte nos acompañara en nuestro viaje por Laponia, principalmente en la época más propicia que va desde de septiembre a finales de marzo. Un viaje lleno de fantasía que con las auroras boreales crearan una atmosfera mágica de misterio.
Fue Galileo Galilei quien las dio su nombre más popular de auroras boreales en 1619, en honor a la diosa griega del amanecer, Aurora, y de Bóreas, el viento del Norte. En el hemisferio norte se la conoce como aurora polar y en el hemisferio sur se le llama aurora austral.
El Sol constituye la mayor fuente de radiación electromagnética de nuestro sistema planetario, que emite un flujo constante de radiaciones cósmicas en todas direcciones, conocido como viento solar, estas partículas chocan contra el campo protector magnético de la Tierra, esta situación produce una energía cuyas partículas son lanzadas hasta la parte posterior de la Tierra a través de unas líneas invisibles que parten de los dos polos (Norte y Sur) y al quedar atrapadas, colisionan con los átomos de oxígeno y nitrógeno, provocando lo que conocemos como auroras boreales.
El primer personaje que dio una explicación científica a este hecho fue el noruego Kristian Birkeland en el año 1908, aunque sus argumentos científicos no fueron reconocidos hasta 1960, mucho después de su muerte. Nominado varias veces para el Premio Nobel, aunque nunca se le concedió.
Las auroras boreales más comunes son de color verde, este color lo emite el oxígeno, aunque en ocasiones también se han podido ver otros colores como varios tonos de rojos y azules.
Durante una actividad solar intensa los fuertes vientos solares hacen que la aurora sea más brillante y haga que sus anillos alrededor de los polos de la tierra se expandan, por lo que las luces se pueden ver en latitudes más bajas.
Otros planetas en nuestro sistema solar tienen campos magnéticos, produciéndose efectos similares, por ejemplo en Mercurio, Urano, Júpiter, Saturno y Neptuno, en cambio no se pueden ver en Venus y Marte ya que carecen de campos magnéticos.
Probablemente sea la Laponia finlandesa donde se pueden ver con mayor nitidez las auroras boreales, aunque también existen otros lugares del planeta donde se pueden apreciar, en Europa: Islandia, las Islas Lofoten y Svalbard de Noruega, el Cabo Norte, Kiruna en Suecia, Siberia norte en Rusia, la isla de Shetland en Escocia, Groenlandia… Y otros lugares del mundo como Alaska, Canadá (provincias de Nunavut, Northwest Territories y Yukón)…
Un viaje para observar auroras boreales es muy aconsejable, especialmente para aquellos que les gusta la naturaleza en estado puro, una experiencia única y excepcional.
A partir del mes de octubre podemos contemplar este fenómeno de la naturaleza que son las auroras boreales, aunque los meses de invierno son los más propicios para vivir este espectáculo de la naturaleza, cuando se producen los momentos son mágicos y el entorno participa de este encanto, es un atractivo más de los viajes a Laponia en las fiestas navideñas, como son las salidas a Laponia en el puente de diciembre, Laponia en Navidad y Laponia en Fin de Año. Además, también el mes de enero se pueden contemplar, Laponia en Reyes y Laponia en invierno, a partir del mes de mayo ya es más difícil que este fenómeno se produzca.
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